Episotomía
La episotomía, del griego Episio (zona púbica) y -tomie (incisión), es un método cirúrgico de asistencia durante el parto. Se trata de realizar una incisión en la zona del periné -superficie situada entre el recto y la vagina- durante la fase expulsiva, con objeto de ampliar el canal del parto y que el bebé se deslice con más facilidad a través de éste.
La incisión se realiza con una tijera o bisturí especial para tal uso y debe de ser suturada cirúrgicamente una vez haya concluido el parto.
¿Cuándo se practica la episotomía?
Aún no hace muchos años, esta práctica cirúrgica se realizaba de forma estandarizada en los partos vaginales para evitar desgarros espontáneos. Hoy en día, debido a las numerosas protestas por parte de madres afectadas, se ha comenzado a ver esta técnica cirúrgica de manera más crítica: la episotomía puede ir ligada a mayores dolores -durante y tras su realización-, problemas de cicatrización y posibles complicaciones postpartum, tales cómo incontinencia rectal y la imposibilidad de tener relaciones sexuales durante los primeros meses del puerperio. Estas consecuencias, entre otras, hacen considerar que la episotomía sólo debería de ser aplicada cuando supone una ventaja tangible para la madre y el bebé: es decir, si el bebé o la madre están en peligro y es necesario agilizar la dinámica del parto.
El desgarro perineal espontáneo es menos doloroso, o por lo menos no es más doloroso que la episotomía y se considera que, debido a que éstos tienen lugar en la zona más fina -la zona de posible desgarro-, dañan a menudo menos masa muscular en comparación con la que se ve afectada al realizar una episotomía. Se cree que es este uno de los motivos por el que los desgarros perineales tienen frecuentemente una cura más rápida e íntegra que las episotomías.
Consejos para evitar la episotomía
Siguiendo una serie de recomendaciones, la embarazada podría preparar la zona del periné para prevenir desgarros y episotomías.
- El masaje diario de la zona perineal con aceites naturales es una de las prácticas aconsejadas que dan mejor resultado. Se recomienda comenzar a realizar el masaje perineal una seis semanas antes de la fecha prevista de parto. Este masaje podría facilitar el proceso de nacimiento y evitaría la probabilidad de desgarros en el periné, además de reducir las probabilidades que sea necesaria una episotomía. >> Cómo realizar el masaje perineal.
- Ciertos deportes, como Pilates o Yoga también ayudan a fortalecer los músculos pélvicos y ejercitar la elasticidad del periné.
- Por último, los especialistas recomiendan practicar los ejercicios de Kegel, los cuales fueron desarrollados por el doctor Arnold Kegel en la década de 1940 para controlar la incontinencia urinaria de la mujer tras el parto. El propósito de los ejercicios es fortalecer los músculos de la zona pélvica y mejorar la función del esfínter o rectal. Lo ideal sería hacer unas 200 contracciones diarias.
Aunque lo más importante para evitar la episotomía es tener paciencia: dejar que la naturaleza haga su trabajo y que el periné se distienda lo más lentamente posible, sin prisas ni estrés.
Conclusión:
La episotomía retrasa en muchas ocasiones la recuperación de la mujer tras el parto ya que puede causar molestias a la hora de caminar o sentarse, además de otras complicaciones, tales como infecciones y problemas de cicatrización de los puntos de la sutura. Situaciones que definitivamente le restan encanto a los primeros días de maternidad, por lo que toda ayuda es poca si se pueden evitar.