Foros de Proyecto-Bebe � Lo conseguimos, ¡estoy embarazada! � Prevencion de la depresion Post Parto
escrito el: 08.08.13 20:02
Hola chicas antes que nada quisiera contar mi historia para ver si alguna se siente identificada.

Hace 8 años tuve a mi primer bebita todo comenzo perfecto ya que era una bebe muy esperada por sus padres y toda su familia, todo mi embarazo transcurrio perfecto, sin ninguna complicacion, di a luz a las 39 semanas a una bebé perfectamente sana que peso 4 kk y midio 53 cm. me senti inmensamente feliz al verla por primera vez.

Despues de un par de dias volvi a mi casa con mi bebita en brazos y ahi fue donde todo cambio.... comence a sentirme triste y sin animos de cuidar de mi bebé, no sabia que me pasaba pero lloraba todo el dia y por las noches deje de dormir, sentia que no queria a esa bebé que por tanto tiempo espere con tanta ilusion, mi familia me juzgo de loca pues tampoco sabian que era lo que me pasaba, estaba aterrada, asustada y muy triste de lo que estaba por venir, me estaba cambiando la vida de golpe y no sabia como manejar la situacion.

Fue tan grande el trauma que pase que no pude cuidar de mi bebita el primer mes de nacida y tuve que ir al psicologo por ayuda.

Hoy despues de 8 años decidi buscar a mi segundo bebe, esperando que esta vez sea diferente, no se si alguien de este foro se haya sentido igual o haya pasado por algo similar, pero decidi abrirlo para que todas podamos platicar nuestras experiencias y asi ayudarnos antes y despues del parto.
jenvic
escrito el: 12.08.13 19:30
Recomiendo esta lectura

La depresión posparto


En primer lugar definamos qué es el puerperio y su duración real. Considero que los famosos 40 días estipulados -ya no sabemos por quién ni para quién-  tienen que ver sólo con una  histórica veda moral para salvar a la parturienta del reclamo sexual del varón. Pero ese tiempo cronológico no significa psicológicamente un comienzo ni un final de nada.
Desarrollemos entonces una reflexión sobre el puerperio basándonos en situaciones que a veces no son ni tan físicas, ni tan visibles, ni tan concretas, pero sin embargo allí están.
Tomemos en cuenta que el punto de partida del puerperio, es “el parto”, es decir, la primer gran “des-estructuración emocional”. Para que se produzca el parto necesitamos que el cuerpo físico de la madre se abra para dejar pasar el cuerpo del bebé permitiendo un cierto “rompimiento”. Esta “fisura” corporal también se realiza en un plano más sutil, que corresponde a nuestra estructura emocional. Hay un “algo” que se quiebra, que se instala como grieta física y etérea al mismo tiempo y que permite pasar de ser “uno” a ser “dos”.
Es una pena que la mayoría de los partos los atravesemos con muy poca conciencia con respecto a este “rompimiento físico y emocional”. Ya que el parto es sobre todo un corte, un quiebre, una apertura forzada, igual que la irrupción de un volcán que gime desde las entrañas y que al despedir sus partes profundas destruye necesariamente la aparente solidez, creando una estructura en principio caótica y desenfrenada.

Después de la “irrupción del volcán” (el parto) las mujeres nos encontramos con el tesoro escondido (un hijo en brazos) y además con insólitas piedras que se desprenden como bolas de fuego (nuestros “pedacitos emocionales”, o nuestras partes desconocidas)  rodando hacia el infinito, ardiendo en fuego y temiendo destruir todo lo que rozamos. Los “pedacitos emocionales” van quemando lo que encuentran a su paso. Miramos azoradas sin poder creer la potencia de todo lo que vibra en nuestro interior. Incendiando y cayendo al precipicio, suelen  manifestarse en el cuerpo del bebé (como un campo húmedo, abierto y receptor).

Atravesar un parto es prepararse para la erupción del volcán interno, y esa experiencia es tan avasallante que requiere de mucha preparación emocional, apoyo, acompañamiento, amor, comprensión y coraje por parte de la mujer y de quienes pretenden asistirla.

El hecho es que -con conciencia o sin ella, despiertas o dormidas, bien acompañadas o solas, en crisis o a salvo- el nacimiento se produce.


Pero si atravesamos situaciones esenciales de rompimiento espiritual sin conciencia, anestesiadas, dormidas, infantilizadas o asustadas... quedaremos sin herramientas emocionales para rearmar nuestros “pedacitos en llamas”, obstaculizando la experiencia  para que el parto sea un verdadero pasaje del alma. Frecuentemente, iniciamos el puerperio alejadas de nuestra conciencia. Para colmo, la tendencia social y psicológica intenta que las madres “estemos bien”, que rápidamente nos calcemos los pantalones ajustados, retomemos el trabajo y regresemos al mundo de la razón.  
Entonces comienza a librarse una batalla entre el adentro y el afuera, entre lo activo y lo pasivo. Básicamente creemos que las cosas no deberían modificarse demasiado, que debemos seguir siendo las mujeres eficaces, inteligentes, puntuales, trabajadoras, creativas y maravillosas que hemos sido hasta entonces. Sin embargo algo raro acontece aunque fingimos serenidad. No logramos nombrar “eso” que percibimos y que no se parece a nada que hayamos experimentado alguna vez. Después de la excitación por la llegada del bebe, con el correr de las noches, del cansancio, del sueño y del deseo frustrado de recuperar algún vestigio de esa mujer que hemos sido, constatamos que el niño nos demanda si cesar, que no hemos tenido tiempo ni de orinar, que no hemos comido y que nuestros más exquisitos anhelos apuntan a dormir más de dos horas seguidas.
Desde nuestro interior, el ámbito emocional puja por aparecer. Desde el otro lado, nuestro “yo conciente” no está dispuesto a dejarlo cruzar. Comienza así la guerra interna: Entre nuestra identidad y las partes que no conocemos de nosotras mismas. Entre nuestro mundo interno y nuestro mundo externo. Entre lo que creemos que nos debería suceder y lo que nos sucede en realidad.
Pues bien, casi siempre perdemos esta guerra, ya que pretendemos librarla con los ojos vendados (huyendo de nuestro mundo interior).  La derrota de esta guerra se llama “depresión puerperal”.
Solemos llamar “depresión puerperal” cuando lloramos sin saber porqué, aún estando felices con el bebe en brazos pero sabiendo que nada es como habíamos imaginado. Cuando nos desconocemos a nosotras mismas. Cuando nos asaltan temores infundados. Cuando creemos que este asunto de la maternidad no encaja con nosotras.
Ahora bien, llorar, no reconocerse, sentir que estamos en otro planeta, percibir emociones nuevas, experimentar una sensibilidad aumentada, son signos de conexión con ese nuevo estado sutil, que necesita desprenderse del mundo material para poder entrar en sintonía con el recién nacido. Es decir, es esperable que hayamos cambiado, que nuestras sensaciones y percepciones hayan virado hacia una modalidad más cercana a las vibraciones del bebe y se distancien del ordenamiento emocional de los adultos.  
En la mayoría de los casos, las “depresiones puerperales” no son tales. Es decir, no hay nada que esté sucediendo que esté “mal” aunque hay mucho para comprender sobre este fenómeno. Posiblemente necesitemos un tipo de acompañamiento, de cobijo y de ayuda diferentes de las que estamos recibiendo.  En la mayoría de los casos, necesitaremos más y mejores acompañamientos  -siempre y cuando favorezcan el contacto íntimo con el bebé- , palabras de apoyo y de gratitud y menos opiniones sobre qué es adecuado hacer o no.
Cuando nos diagnostican una “depresión puerperal”, recibimos un abanico de propuestas: desde la consideración doméstica de una amiga: “ no te preocupes,  a todas las mujeres nos pasa lo mismo", con lo cual nos quedamos boquiabiertas y sin solución, hasta la más extrema que es la medicación psiquiátrica recetada por un médico, cuando a veces ni siquiera ha intentado saber qué nos pasa, qué temas vitales hemos arrastrado, cuál es nuestra situación familiar o cómo hemos atravesado nuestro parto.
¿Cómo funciona la medicación psiquiátrica? Pues bien, borra toda vivencia perteneciente al “mundo sutil”. Nos conecta con el afuera: nos hace parecer compuestas, ordenadas, equilibradas y tranquilas. Todas las personas cercanas se calman ya que volvemos a “funcionar” en el mundo concreto: Podemos levantarnos, vestirnos, ocuparnos del bebé, sonreír a las visitas y dormir sin angustias desproporcionadas. Ese mundo invisible y terrorífico desaparece.
Sin embargo, el puerperio es uno de los pocos momentos vitales en los cuales alcanzamos los mayores niveles de lucidez emocional (mientras paralelamente nos volvemos más torpes que nunca en el plano físico). Ahora bien, con la medicación psiquiátrica  se terminó la lucidez.  El objetivo es adormecer las capacidades de conexión sutil de la conciencia para volver a conectarnos con el afuera. Paradójicamente, fue el esfuerzo por conectarse con el afuera lo que nos enfermó. Repito: la lucha interna por huir del “mundo emocional” hacia el “mundo concreto”, es decir, hacia lo que la mayoría de las personas entiende como “normal”, es el motivo desencadenante de las supuestas “depresiones puerperales” que en la mayoría de los casos, no lo son. Si la imagen que debería devolvernos el espejo es lo esperable desde el mundo funcional, procuraremos hacer lo imposible para asemejarnos a ese supuesto ideal, rechazando las nuevas sensaciones y percepciones cargadas de imágenes intraducibles. De ese modo perdemos la batalla, creyendo que deberíamos seguir siendo como éramos antes del nacimiento del niño.
Para no enfermarse, es indispensable abandonar esa lucha. Es necesario pedir ayuda y acompañamiento para la travesía. Entregarse a ese “otro lado” de nosotras mismas.
La “depresión puerperal” aparece más frecuentemente cuando no conseguimos o no admitimos compañía para navegar el océano de las emociones.
En algunos pocos casos, una depresión puerperal franca, deja a la mujer sin voluntad para salir de la cama sintiendo apatía o rechazo por el bebé. Serán casos a considerar particularmente, revisando la historia clínica de la parturienta y la totalidad de su historia de vida. Pero en términos generales, el llanto, el desconcierto, el dolor o la angustia durante el puerperio, son simplemente señales que nos indican un viraje en nuestras vidas, ya que estaremos obligadas a cambiar radicalmente nuestra manera de pensar, de sentir, de ser y de amar para vincularnos con un bebé recién nacido quien siente, ama y percibe en otra dimensión.
Si somos familiares o profesionales asistentes, acompañar amorosamente un período puerperal no es demasiado difícil, pero hay que estar dispuestos a preguntar sencillamente a la mujer: “¿qué necesitas hoy, de mí?”, guardándose el deseo de emitir opiniones. Tampoco es necesario comprender todo lo que le acontece a la mujer puérpera. No se requiere un psicoanálisis profundo. Con un abrazo alcanza. Y un poco de humildad.

Laura Gutman
"El único antídoto a la sin razón es una madre bien preparada, y no sólo con información, de esa hay a patadas, también preparada con una sólida base emocional, dispuesta a reconocer, aislar y neutralizar todas estas bobadas, y centrarse en lo que realmente importa: ella misma y su bebé."
Babog (punto) org
aisha
escrito el: 12.08.13 19:18
Pienso que lo mejor para prevenir la depresion post parto es tener un soporte emocional adecuado y gente amable rodeando a la mujer puerpera. Si hay alguien que te apoya y te ayuda con las cosas de la casa es mas difícil pasar por una depresion. Ahora si la gente cercana te pasa todo el dia criticando y diciendote que debes hacer y que no es terrible.

Patricia no eres egoista!! porque dices eso? tan solo proteges a tu bebe!! Aunque sepas que no le pasara nada igual es algo instintivo tan instintivo como las ganas de tu bebe de estar en tus brazos.
"El único antídoto a la sin razón es una madre bien preparada, y no sólo con información, de esa hay a patadas, también preparada con una sólida base emocional, dispuesta a reconocer, aislar y neutralizar todas estas bobadas, y centrarse en lo que realmente importa: ella misma y su bebé."
Babog (punto) org
aisha
escrito el: 12.08.13 18:26
patricia, me pasa igual que a ti cuando alguien coge a mi bebe no puedo dejar de mirar con cara de "a ver qué hacer con mi bebé" sobretodo mis suegros.
Gymgirl
Gymgirl
escrito el: 12.08.13 17:47
jajajajajajajajajaja lo que cuentas es en parte chistoso pero es muy normal, al parecer eres muy territorial y tu suegra no entra dentro de tu territorio, ya veras como en dias eso va a ir cambiando, mentaliza que toda la gente a tu alrrededor va a amar y a proteger a tu bebita tambien, cuidate mucho y dale espacio tambien a las demas personas a tu alrrededor
jenvic
escrito el: 12.08.13 02:40
Hola chicas....yo tengo una bebe de 20 dias y lo que si he notado es que me he vuelto egoista con mi niña, si la coje mi madre, mi padre o mi marido no pasa nada pero mi suegra se me ha atravesado, la estoy cogiendo un asco que no quiero ni que mire a mi niña......parece que segun van pasando los dias voy un poco mejor pero me esta costando
patriciacia
escrito el: 12.08.13 02:40
Hola chicas....yo tengo una bebe de 20 dias y lo que si he notado es que me he vuelto egoista con mi niña, si la coje mi madre, mi padre o mi marido no pasa nada pero mi suegra se me ha atravesado, la estoy cogiendo un asco que no quiero ni que mire a mi niña......parece que segun van pasando los dias voy un poco mejor pero me esta costando
patriciacia
escrito el: 12.08.13 02:39
Hola chicas....yo tengo una bebe de 20 dias y lo que si he notado es que me he vuelto egoista con mi niña, si la coje mi madre, mi padre o mi marido no pasa nada pero mi suegra se me ha atravesado, la estoy cogiendo un asco que no quiero ni que mire a mi niña......parece que segun van pasando los dias voy un poco mejor pero me esta costando
patriciacia
escrito el: 09.08.13 21:22
Gracias por la información chicas!
Espero q no me ocurra pero es bueno saber que esto ocurre!
Picachu
Picachu
escrito el: 09.08.13 11:06
JENVIC hola guapa, me he sentido muy identificada con algunas de las cosas que describes..la depre post parto tiene un poco de "mala fama"pq desde fuera no se puede entender, cómo si es un bebe tan deseado, como lo fue el mio, puedes sentirte triste , decaida, sin animo ni iluision, llorando sin saber por que y muchos sintomas más...ademas del imsomnio..
Cuando estaba embrazada y leis de la depre post parto no podia creermelo hasta que me paso y todavia hoy con mi niño con 18 meses tengo algo de restos....
Yo encontre apoyo en mi matrona y en mi medico de cabecera, que es mujer y me dijo lo normal que era todo lo que me estaba pasando...
Hoy estoy mejor pero quiero dar animos a las chicas que se sientan asi pq es pasajero y TOTAL NATURAL..
El 1 de febrero de 2012 nació mi pequeñín.Tenía 40 años.. Tuve un embarazo bueno y sin complicaciones.. mi hijo es mi vida entera
Lizzy
escrito el: 08.08.13 20:29
mamis les dejo un articulo interesante que nos ayuda a conocer un poco mas sobre el tema
jenvic
escrito el: 08.08.13 20:28
ué es la depresión postparto?

Se trata de depresión moderada o severa que se presenta luego de dar a luz. Por lo general empieza cerca de los tres meses post parto, pero puede darse inmediatamente o hasta un año después, y prolongarse por varios meses.

La depresión postparto afecta entre 10% y 15% de las mujeres en la etapa del puerperio (desde el parto hasta que vuelvas a tu estado normal antes de quedar embarazada, entre 45 y 60 días después del parto). Puede ser causada por factores hormonales, sociales o psicológicos (más información sobre este tema en Causas de la depresión postparto y quién está en mayor riesgo).
¿Lo que siento es normal o es depresión postparto?

Después de dar a luz, tienes una etapa de sentimientos extremos e inquietudes. Se le suele llamar tristezas de la maternidad o baby blues (en inglés) y se debe a los cambios hormonales, el reajuste a tu nueva vida y la emotividad de tener a tu bebé. Este tipo de trastorno es bastante común (afecta a 80% de las nuevas madres) y no es de mayor gravedad (desaparece en cuestión de unas semanas sin necesidad de tratamiento).

Con moderación, los siguientes síntomas son normales después de dar a luz:

    Llanto.
    Ansiedad.
    Frustración.
    Irritabilidad.
    Cansancio.
    Dificultad para dormir.
    Dudas sobre tu capacidad para ser madre.
    Un sentimiento de que la maternidad es una responsabilidad demasiado grande.

Estos síntomas por lo general desaparecen –al menos se reducen un poco o son superados por todos los sentimientos positivos de la maternidad– en cuestión de un par de semanas. Cuando estos síntomas son severos y se extienden por más de un mes, podría tratarse de una depresión postparto.
Síntomas de la depresión postparto
Los síntomas de la depresión postparto son similares a los de una depresión en cualquier otro momento de tu vida, agravados por los cambios en tu cuerpo y tu nueva responsabilidad como madre:

    Cambios en el apetito (exceso o falta de apetito).
    Deseos de aislarte o la sensación de soledad extrema.
    Desinterés en cuidarte a ti misma.
    Falta de interés en tus actividades.
    Irritabilidad.
    Falta de energía.
    Pensamientos relacionados con muerte, suicidio o hacerte daño.
    Dificultad para dormir o sueño excesivo.
    Dificultad para concentrarte.
    Problemas de memoria severos.
    Dolores de cabeza u otras parte del cuerpo que no desaparecen.
    Sentimientos de culpa.
    Baja autoestima.
    No disfrutas actividades que antes te daban placer.
    Falta de motivación.
    Dificultad para llevar a cabo tus tareas diarias.

Otros síntomas se relacionan con tu actitud o tus sentimientos hacia el bebé:

    Tienes dificultad para establecer el apego con tu bebé o te cuesta relacionarte con él.
    No quieres estar a solas con el bebé porque no te sientes capaz de cuidarlo.
    Tienes resentimientos hacia el bebé, lo culpas por tu situación o piensas en lastimarlo.
    Te preocupas demasiado por el bebé, hasta el punto que su sola presencia te causa estrés.
    Te arrepientes de tu embarazo y el nacimiento del bebé.

Estos todos suenan como pensamientos muy extremos, pero son comunes y no pasan de ser pensamientos –por lo general no se concretan–, pero sí pueden evolucionar o ser más bien una complicación de la depresión postparto.
La psicosis postparto y otras complicaciones de la depresión postparto

Además de las posibles complicaciones de una depresión normal (como el riesgo que puede tener en tu salud, vida social, laboral y económica), durante el postparto tu condición puede también afectar a tu bebé, y ese es uno de los mayores riesgos.

Si sufres depresión postparto quizá no seas capaz de cuidar a tu pequeño apropiadamente, seas negligente o le trasmitas sentimientos de frustración, inseguridad e ira. Las consecuencias en el desarrollo de tu bebé incluyen falta de apego, retrasos en su progreso físico, afectivo, de lenguaje y cognitivo, llanto inconsolable, y problemas de comportamiento durante la infancia. Por eso es importante que busques ayuda cuanto antes (más información sobre este tema en Ayuda para la depresión postparto y Tratamientos médicos y caseros para la depresión postparto).

En casos extremos, la depresión postparto puede convertirse en una psicosis postparto, que afecta de una a cuatro de cada mil mujeres después de dar a luz. Esta complicación incluye todos los síntomas de la depresión y además:

    Alucinaciones (ver cosas y personas que no existen).
    Confusión.
    Cambios súbitos y extremos en tu estado de ánimo.
    Intentos de lastimarte o lastimar a tu bebé.
    Comportamiento errático o bipolar.

Otra complicación, llamada desorden obsesivo-compulsivo postparto, lleva a las mujeres a tener miedos extremos. En la mayoría de los casos, este desorden se manifiesta como obsesión por la higiene y seguridad del bebé, que puede llevarte a tomar medidas como lavarte las manos constantemente hasta hacerte daño, cerrar con llave puertas y ventanas por temor a intrusos, ocultar armas en tu casa para defenderte o no bañar a tu bebé por miedo a que se ahogue.

La psicosis postparto y el desorden obsesivo-compulsivo postparto pueden ser tratados con éxito, pero requieren atención psiquiátrica inmediata.
jenvic
escrito el: 08.08.13 20:23
Gracias Chicas..... la verdad es que hay muchisima informacion que podemos compartir, aunque no lo crean hay muchas muertes por depresion post parto, mujeres mal informadas que deciden llegar al suicidio antes de pedir ayuda o que algun familiar se pueda informar sobre el tema, pero aqui estamos todas para apoyarnos y darnos animos, platicar es la terapia que mas nos sirve, pero tambien hay miles de medicamentos naturales que nos pueden ayudar. tratare de subir info para las mamis que lo necesiten
jenvic
escrito el: 08.08.13 20:19
hola preciosa qué bien que te animaras a compartir tu experiencia, la verdad no puedo aportar nada porque no he sido mami aún, sin embargo a mí me pasó algo muy raro y es que aunque no podría denominarlo depresión si tuve una angustia preparto en la que me sentí exactamente igual a como lo describes y lo más triste es que a veces no puedes compartirlo con nadie por temor a ser juzgada de insensible o desquiciada  que sepas que en lo que te pueda ayudar al menos leyéndote por aquí ando y claro, esperemos que este segundo bebito no se repita la historia que no tiene por qué ser así   
besos y cariños
Malenita28
Malenita28
escrito el: 08.08.13 20:07
Hola! Yo soy primeriza, pero me parece muy interesante el post!
Picachu
Picachu

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