La medición del cuello (o cérvix) uterino es un tema que preocupa y ocupa sobre todo a las embarazadas con riesgo de parto prematuro.

¿Qué es el cuello uterino?

Imaginen que el útero es un globo inflable (como los que ponemos en las fiestas), y en el interior de ese “globo”-la cavidad uterina- es donde se desarrolla el bebé.

La parte por donde inflamos al globo tiene forma de cilindro; así es el cérvix, el cual se extiende desde el final de la cavidad uterina hasta el inicio de la vagina.

Las mujeres debemos tener un cuello uterino lo suficientemente largo y fuerte para soportar el peso del bebé; de lo contrario, éste podría abrirse provocando el nacimiento antes de tiempo.

La longitud del cuello uterino es normal cuando es superior a 25 mm antes de las 28 semanas de gestación, superior a 20 mm antes de las 32 semanas y superior a 15 mm más allá de las 32 semanas de embarazo. Su longitud se va acortando normalmente para que al llegar el parto, pueda dilatarse y permitir la salida del bebé.

Es así que la medición de la longitud cervical se ha convertido en un importante predictor de parto pretérmino.

Son múltiples los estudios que han mostrado que una longitud cervical menor a 25 mm entre la semana 20 a 24 incrementa significativamente dicha probabilidad.

La ventaja de esto, es que cuando se evidencia un cuello uterino corto, el gineco-obstetra tiene la oportunidad de ofrecer oportunamente alguna(s) de las opciones para reducir el riesgo de un parto prematuro, como son:

• Cerclaje:

  La colocación de una cinta gruesa alrededor del cuello del útero para cerrarlo como si fuera una jareta y evitar que el bebé se salga antes de tiempo. Llegado el momento del parto, el médico coloca un espejo vaginal, corta la cinta con una tijera y así el cuello uterino queda abierto nuevamente.

• Pesario cervical:

  Un anillo de silicona flexible colocado alrededor del cuello uterino con el fin de mantenerlo cerrado durante todo el embarazo. Al momento del parto, se retira sin dificultad.

• Progesterona vaginal:

  Medicamento cuyos beneficios en la prevención de parto pretérmino se han probado en más de 40 estudios bien realizados. Tiene propiedades antiinflamatorias y relajantes del útero entre otros beneficios.

Las pacientes con mayor riesgo de parto prematuro son aquellas con antecedente de uno o más partos pretérmino (Menor a 37 semanas) y las que tienen un embarazo gemelar. En estas pacientes debe medirse el cuello uterino cada 2 semanas a partir de la semana 18.

Algunos otros factores que incrementan el riesgo de parto pretérmino son: Cirugías en el cérvix, tabaquismo, drogadicción, infecciones, bajo peso materno, raza afroamericana, edad materna mayor a 35 años o menor a 17, nivel socioeconómico bajo. 

Si bien se ha visto que el grupo de alto riesgo es el que más se beneficia de la medición de longitud cervical rutinaria, también se ha encontrado que la mayoría de los partos pretérmino ocurren en pacientes SIN factores de riesgo, por lo cual,  incluir al menos una medición de la longitud cervical en toda paciente entre la semana 18 a 24 puede ayudarnos a minimizar dicha probabilidad.

La medición se realiza por ultrasonido vía vaginal. No es para nada dolorosa. Sólo lleva 2-3 minutos y nos puede dar mayor tranquilidad.

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