Tiene nutrientes como proteínas, grasas y vitaminas. Protege a los niños contra enfermedades, pues la lactancia materna no sólo previene enfermedades sino también disminuye su duración en el caso de que el pequeño se ponga malo. De hecho, la Organización Mundial de la Salud indica que hasta un 10 por ciento de todos los fallecimientos de niños menores de cinco años podrán ser prevenidos gracias a la lactancia. Dar el pecho es bueno, ¿pero durante cuánto tiempo?

Amamantar a un bebé durante más de un año se llama lactancia prolongada, y muchas culturas consideran que este hábito es positivo mientras que muchas otras lo ven como algo antiguo y actualmente innecesario. La OMS recomienda que la lactancia materna dure hasta, como poco, dos años. No considera que sea necesario parar a los dos años si el hijo y la madre desean prolongar la lactancia pues, de hecho, es muy beneficioso para la salud del pequeño.

¿Por qué continuar?

Existen muchos beneficios de la lactancia prolongada. No sólo regala energía y ácidos grasos, y ofrece oxitocina, sino que también facilita la comunicación entre la madre y el bebé. Además, la leche materna no siempre es igual, pues se adapta a las necesidades del bebé según su edad. Cuando crezca, la leche tendrá más calorías.

La lactancia materna protege a los niños de la diabetes tipo 1, y de la obesidad infantil.

Pero los beneficios no sólo son para el bebé. La madre también se beneficia de la lactancia prolongada porque tendrá la tranquilidad de ofrecer a su bebé la mejor alimentación, posiblemente retrasará la menstruación, necesitará la mitad del hierro necesario, disminuirá el riesgo de fracturas que podría tener en un futuro debido a la osteoporosis y reducirá el riesgo de tener cáncer de mama u ovarios.

Todo son beneficios y, si alguien considera que no es normal dar el pecho a tu hijo de 28 meses, podrás cambiar su punto de vista.

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